Discurso de Mónica García en Nueva Economía Fórum

INTRODUCCIÓN

Dentro de 20 días quiero ser la próxima presidenta de la Comunidad de Madrid. Y estoy convencida de que voy a serlo por tres razones.

Somos la única alternativa que crece en las encuestas y que por tanto puede mandar a la oposición a la señora Ayuso.

Somos la única alternativa que habla al 100% de los problemas de los madrileños. Y somos lo próximo. La alternativa que hace política cercana y a la vez de futuro.

Con respecto a las encuestas, como saben, hay estudios demoscópicos para todos los gustos pero hay un consenso en que tanto en el Ayuntamiento de Madrid, donde la cosa se va a medir por un puñado de votos, como en la Comunidad de Madrid, las elecciones se dirimen entre Más Madrid y el Partido Popular. 

Una de las últimas encuestas autonómicas que salió hace pocos días ya nos adjudicaban 30 escaños. Son los mismos, por cierto, que sacó Ayuso hace 4 años. Pero no me conformo. Ahora quiero ir a por los 35 y después a por los 40. Quiero reeditar y superar los 37 escaños con los que Ángel Gabilondo ganó las elecciones en 2019. Ese resultado de hace apenas 4 años nos marca el horizonte al espacio progresista de que es posible alcanzar la victoria. Yo no me conformo con un segundo puesto. Somos gobierno o alternativa de gobierno desde hace 8 años y estamos listos para hacernos cargo del gobierno de la Comunidad.

Somos la única alternativa que habla al 100% de Madrid. El sainete del pasado 2 de mayo nos recordó, como un deja vu, la permanente obsesión por usurparnos a los madrileños la conversación sobre Madrid. Porque, lo siento, pero una polémica artificial sobre protocolo para escenificar la soporífera confrontación nacional entre políticos no es una conversación sobre Madrid. Y lo llevamos diciendo meses: Si campaña electoral es madrileña entonces nos merecemos hablar de Madrid. De los servicios públicos de Madrid. De la vivienda de Madrid. De los jóvenes de Madrid. 

Quien solo habla de cuestiones nacionales es por dos motivos: o porque se quiere presentar en La Moncloa, y por tanto se ha equivocado de elecciones, o porque no tiene nada que decir de Madrid y por tanto se tiene que esconder. Si yo llevara 4 años siendo presidenta, creo que me faltarían las horas del día para hablar una y otra vez de mi gestión, de las mejoras que he conseguido para la vida de los madrileños. Si coincidimos en que no está siendo así en el caso de la candidata del PP, quizás es porque ella misma sabe que su gobierno ha sido una chapuza y tiene que esconderlo. Y eso es una estafa a los madrileños y madrileñas que no vamos a permitir.

Mi objetivo es ganar las elecciones reeditando la victoria progresista de hace 4 años, hablando de Madrid al 100% y garantizando a los madrileños que lo próximo… es lo próximo.

SANIDAD

No es ninguna sorpresa para nadie que mi prioridad absoluta es arreglar nuestra sanidad pública. Es, si me permiten la expresión coloquial, la joya de la corona y el mayor orgullo de los madrileños. Y como joya que es, tiene que volver a brillar. Además de candidata conocen ustedes mi profesión de anestesista y les puedo asegurar que el sistema sanitario ha llegado a un punto de inflexión en el que no aguanta más maltrato. 

Por eso ya anuncié al inicio de la precampaña que mi primera medida será un plan sanitario de 6100 millones dirigido a revitalizar el sistema y cuidar de nuestros profesionales. Si la primera medida del expresidente Zapatero fue el regreso de las tropas de Irak, mi primera medida como presidenta será el regreso de los profesionales sanitarios, de nuestros pediatras, nuestras enfermeras y de nuestros médicos de familia.

MOVILIDAD

Mi plan “Madrid a tiempo” se resume en una frase: doblar el transporte público para llegar en la mitad de tiempo. Estamos hablando de una revolución del transporte público similar a la que Rita Maestre va a poner en marcha en la ciudad. ¿Cómo vamos a hacerlo? Movilizando recursos como nunca antes se había hecho a través de 4 grandes ejes:

-Vamos a poner en funcionamiento 74 nuevas líneas de buses interurbanos para romper la radialidad y conectar bien las comarcas, de modo que uno no tenga que pasar por Madrid para ir de municipio a municipio. 44 de esas líneas serán buses de alta velocidad, para que compense mucho más ir en autobús que en coche en términos de tiempo.

-En segundo lugar y unido a esto, vamos a construir 8 intercambiadores comarcales en todas las vías de acceso a Madrid, con una inversión inicial de 290 millones de euros.

-En tercer lugar, vamos a corregir el déficit histórico de trabajadores contratando a 3500 personas, lo que supondría pasar de los más de 7000 trabajadores a 10.000. Para que se hagan una idea, la mayor parte de los fallos en Metro de trenes que no salen son por falta de personal. Vamos a corregirlo para mejorar las frecuencias y las líneas.

-En este sentido, nos comprometemos a hacer una ampliación de estaciones de Metro. Entre otras líneas, ampliaremos la línea 2 para que llegue al barrio del Cañaveral y la línea 10 para que se prolongue en Alcorcón y llegue a Móstoles.

-Por último, vamos a poner en funcionamiento un sistema de Bicimad regional con 2500 bicicletas en 250 estaciones. Este sistema va a llegar a 15 municipios en esta legislatura: Getafe, Fuenlabrada, Leganés, Alcorcón y Móstoles entre otros.

Nuestra apuesta es clara, repito: vamos a duplicar el transporte público en la región y vamos a reducir a la mitad los tiempos de desplazamiento en transporte público. Más ahorro para el bolsillo de los ciudadanos, menos atascos y más tiempo para lo que de verdad importa.

VIVIENDA

En paralelo a nuestro plan “Región 45 minutos” no se nos escapa que esta va a ser la legislatura de la vivienda. La falta de acceso a la vivienda es un déficit democrático pero sobre todo es un lastre económico y productivo.

Para empezar a equilibrar la balanza de la vivienda como un derecho humano y no un activo financiero para especular, necesitamos que los poderes públicos remuevan los obstáculos y promuevan las normas necesarias para garantizar el derecho a la vivienda.

Quiero ser muy clara: cuando sea presidenta, haré cumplir la ley de vivienda. Pero no solo. Desde Más Madrid tenemos un plan integral de vivienda que se sostiene en dos patas: 
-Frenar por todos los medios la especulación con la vivienda
-Aumentar por todos los medios y de forma sostenida en el tiempo la oferta de vivienda pública y asequible

Recordemos que durante el mandato de Ayuso, si restamos las viviendas que la justicia le obligó a recuperar después de venderlas ilegalmente a fondos buitre, el saldo de vivienda pública de Ayuso es negativo. Hoy hay menos vivienda pública que cuando entró al gobierno.

Y es aquí donde quiero hacer mi segundo gran anuncio. Cuando lleguemos al gobierno pondremos en marcha la revolución de la vivienda asequible. Impulsaremos 8000 viviendas asequibles y de calidad a precios de alquiler de entre 300 y 600 euros en función de si tienen una o dos habitaciones.

Nos inspiramos en un modelo de éxito: las asociaciones de vivienda con beneficio limitado de Viena. Estas entidades reciben un certificado de promotor social a cambio de proveer vivienda asequible a precio regulado. La administración ayuda con la financiación a través de préstamos a bajo interés y las asociaciones están obligadas a reinvertir los beneficios en más oferta de vivienda asequible y el mantenimiento de la misma. 

Hay dos formas de intervenir el mercado de la vivienda: uno para subvencionar los precios altos y beneficiar a los fondos buitre y otro para subvencionar el acceso asequible a la vivienda y beneficiar a nuestros jóvenes. Nuestro compromiso es que nadie invierta más del 30% de sus ingresos en la vivienda.

ECONOMÍA

Quizás el principal eje de nuestro proyecto sea el de “vivir mejor”. Y eso tiene que ver con desarrollar un modelo económico sano y no depredador que ponga a las personas en el centro. Para eso es imprescindible que nuestro tejido productivo, el sector servicios o el sector primario desarrollen todo su potencial. 

Creo que a nadie se le escapa que el mundo que habitamos poco o nada tiene que ver con el que teníamos hace una década. Pero aún digo más. Nada tiene que ver con el que teníamos hace 3 años. El brexit, la pandemia o la guerra de y Ucrania nos obligan a replantear la dirección que queremos tomar como país y como región.

Yo quiero una economía resiliente. Con un sector industrial que esté a la vanguardia del mundo que nos espera a la vuelta de la esquina. Quiero un pequeño y mediano comercio fuerte y con capacidad de adaptación. Quiero generar talento y atraerlo pero sobre todo retenerlo.

En este sentido nosotros planteamos un plan de reindustrialización verde, el Plan Reindustria, con 7 polos de desarrollo ubicados a lo largo y ancho de toda la región. Lo hemos desarrollado de la mano de más de 200 empresas y asociaciones, algunas de ellas hoy aquí presentes. Hablamos de una inversión pública de 4000 millones de euros que nos permitan liderar la creación de empleo verde con un total de 50.000 empleos entre directos e indirectos.

Además de este plan para cambiar el paradigma en el que ha jugado la administración pública en los últimos años, también nos ocupamos de que nuestro pequeño comercio no solo sobreviva, sino que vuelva al lugar del que nunca debió salir: el centro de nuestras vidas. 

Un comercio que genera cientos de miles de empleos de cercanía, que conoce a su cliente, que se preocupa por las cosas de barrio y que patrocina al equipo de fútbol del colegio de enfrente. Estos comercios son cómo las plantas contra las riadas: con sus raíces fijan el suelo y hacen que cuando viene una tormenta la tierra resista, y cuando sale el sol hacen que el entorno sea más agradable.

Esto me sirve para responder a la cuestión que me preguntabas: cómo paliar los efectos de la inflación. Quiero anunciar un cheque de 100 euros para compensar la subida de precios a aquellas personas que más lo necesitan. Podrán gastarlo en el pequeño comercio madrileño, en un total de 64.000 establecimientos minoristas y servirá de complemento al cheque de 200 euros del gobierno de España. Estamos hablando de más de 2 millones de personas beneficiadas, 2 millones de neveras que podrán llenarse un poco más y reducir así la desigualdad. 

Y si hablamos de PYMEs tenemos que hablar de nuestra hostelería, un orgullo para nuestra región tanto por su calidad como por su competitividad. Tenemos una hostelería que es envidiada a nivel global, y para seguir siendo punteros tenemos que acabar con la competencia desleal que algunos están llevando a cabo, con contratos donde no se reflejan las horas reales, o con salarios por debajo de lo legalmente establecido.

Cada vez más frecuentemente se leen noticias sobre las dificultades que pasan muchos bares y restaurantes para encontrar personal que trabaje de camarero. Aquí hay una respuesta muy evidente, que es la misma que ofrecemos cuando se habla de carencia repentina de otro tipo de trabajadores: PAY THEM MORE, como diría Biden. Lo que ocurre es que en la hostelería, además de pagarles más, hay muchos casos en los que hay que asegurar que se les paga lo que trabajan y que trabajan las horas por las que están dados de alta en la seguridad social.

Miren, en la sanidad, tenemos un lema que es una reivindicación histórica con las guardias, que dice “hora trabajada, hora cotizada”, porque las guardias no entran en el cómputo de la seguridad social. Lo decimos con los médicos y lo decimos con los camareros. Hora trabajada, hora cotizada, hora cobrada.

Por eso esta mañana quiero proponer algo tan novedoso que ya está en la ley y que se está poniendo en marcha en alguna Comunidad Autónoma: el control horario. Lo que ocurre es que lo hacemos de una forma algo más innovadora. De cara a las próximas elecciones, proponemos un tacómetro para los camareros. Igual que los camiones tienen un medidor que registra cuándo están en marcha, hay que hacer algo similar con el personal de la hostelería para asegurar que cada hora de trabajo queda registrada y es fácilmente comprobable y auditable.

Esto no es la ley de la selva, aquí hay unas normas y hay que cumplirlas, porque además esto está estrechamente relacionado con la competencia desleal a los hosteleros, pero sobre todo con la salud y el bienestar de los trabajadores y sus derechos laborales.

En resumen: industria verde a través de 7 polos de desarrollo, cheque de 100 euros para gastar en nuestro pequeño comercio y garantía de derechos laborales en nuestra hostelería para hacerla más competitiva y puntera. 

Tenemos la receta: hablar de Madrid. Tenemos los ingredientes de la receta: ideas respaldadas por los mejores expertos para transformar la movilidad, la vivienda y el modelo productivo de nuestra región. Solo nos queda ponernos a cocinar a partir del próximo 28 de mayo. Muchas gracias.