- Sabanés ha destacado el consenso entre expertos, colectivos y gobierno central para rechazar las medidas que propone el PP que ponen en riesgo el cumplimiento de los requisitos de la UE y la protección a la salud.
- El Plan A de calidad del aire, aún vigente, preveía la reducción de un 40% de las emisiones de efecto invernadero (GEI) en 2030, y un 50% las causadas por la movilidad urbana.
La concejala de Más Madrid, Inés Sabanés, ha destacado, tras la reunión de la Comisión de calidad del aire convocada para analizar la propuesta del gobierno municipal Madrid 360: “Hay unanimidad entre los expertos, técnicos, colectivos ecologistas, grupos de la oposición y gobierno de España, de que estamos ante un paquete de medidas regresivas. Además, el Ministerio ha advertido de que ya no estamos en la fase de enviar información a las autoridades comunitarias, sino en el momento de presentar resultados con las mejores medidas”.
Para la concejala de Más Madrid y candidata para las elecciones generales del 10N, medidas como la entrada de vehículos con etiqueta C, el incremento de plazas de rotación frente a residentes, el abaratamiento de las multas y del parking, “suponen en la práctica acabar con la zona de bajas emisiones”.
Además, Sabanés ha destacado que el plan Madrid 360 se ha presentado sin que haya un estudio que cuantifique lo que puede suponer en el tráfico y en la salud la puesta en marcha de estas medidas.
La contaminación provoca casi 500.000 muertes prematuras en Europa al año. Más de 9.200 al año en España, según un reciente estudio del Instituto de Salud Carlos III con datos de hace 10 años, pero que la Agencia Europea de Medio Ambiente eleva actualmente a casi 40.000. Esto supone 30 veces más muertes que las provocadas por los accidentes de tráfico.
El Plan A de Calidad del Aire, elaborado por el anterior equipo municipal y aún vigente, contiene 30 medidas estructurales para acabar con la contaminación y luchar contra el cambio climático, una de ellas, Madrid Central. El objetivo del Plan A era reducir un 23% de NOx en 2020, un 40% las emisiones de efecto invernadero (GEI) en 2030, y un 50% las causadas por la movilidad urbana. En el caso de Madrid Central los objetivos eran reducir un 37% el tráfico, y hasta un 40% las emisiones de NO2 (el gas más contaminante procedente del transporte).