Más Madrid: “El proyecto de Clesa es un ejemplo sangrante y escandaloso del urbanismo de amigos por el que apuesta Almeida”

• El concejal del grupo municipal de Más Madrid Paco Pérez ha denunciado que el arquitecto que firma el proyecto de urbanización del entorno de la antigua fábrica de Clesa es Carlos Rubio, el mismo estudio de arquitectos, ligado a Metrovacesa, ganador del concurso Reinventing Cities
  
• Después de haber tramitado y aprobado una modificación de Plan General para que el edificio se convirtiera en un equipamiento municipal, el Ayuntamiento se lo cede durante 50 años a su anterior dueño
  
• “Metrovacesa ha hecho un negocio redondo a costa de los madrileños”, ha constatado Paco Pérez, “se queda con la edificabilidad y con la fábrica durante el próximo medio siglo”. Además, la propuesta ganadora (Metrovacesa y Carlos Rubio) es la menos respetuosa con el edificio, cuyo valor histórico es enorme

Madrid, 22 septiembre de 2021

La antigua fábrica de Clesa, situada en el distrito de Fuencarral-El Pardo, es uno de los iconos de la arquitectura industrial del siglo XX. Diseñada por Alejandro de la Sota y Manuel Ramos estuvo en uso entre 1964 y 2011. Sin embargo, hoy Clesa se ha convertido “en uno de los ejemplos más sangrantes y escandalosos del urbanismo de amiguetes que guía al Gobierno de Almeida”, en palabras del concejal de Más Madrid Paco Pérez. Para el grupo municipal, las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento sobre este edificio -que debería ser ya de titularidad municipal para acoger nuevos usos dotacionales para el distrito y tener garantizada su protección, dado su valor arquitectónico- constituyen un “absoluto fiasco”. 

El concejal de Más Madrid Paco Pérez ha recordado que la tramitación y aprobación de la modificación puntual en el edificio Clesa, iniciada en el mandato anterior y asumida por el actual Gobierno municipal, tenía dos objetivos claros: la obtención como dotación pública del edificio original de la fábrica de Clesa, con objeto de plantear nuevos usos públicos para el distrito, y la protección de uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura industrial.

A cambio de aumentar la edificabilidad del entorno propiedad de Metrovacesa, el Ayuntamiento obtenía el edificio de la fábrica para un equipamiento para el distrito. Sin embargo, en diciembre de 2019, el Gobierno de Almeida incluyó la fábrica Clesa en el concurso internacional Reinventing Cities, sin que el edificio y el suelo fueran todavía municipales. Y el jurado del proyecto Reinventing Cities decidió, en contra del criterio de varios de los miembros del mismo, fallar a favor del equipo en el que se integran el estudio de arquitectos de Carlos Rubio y la propia Metrovacesa. El premio será la cesión en derecho de superficie durante 50 años de la fábrica. 

El Ayuntamiento ha publicado hoy el proyecto de urbanización del entorno y el estudio encargado de su ejecución es “como no podía ser menos, el del propio Carlos Rubio”. Después de haber tramitado y aprobado una modificación del Plan General para que el edificio se convirtiera en un equipamiento municipal, el Ayuntamiento lo cede durante 50 años a su anterior dueño. “Metrovacesa ha hecho un negocio redondo a costa de los madrileños”, ha constatado el concejal de Más Madrid, “se queda con la edificabilidad y se queda con la fábrica durante el próximo medio siglo”. 

Otro proyecto chapuza del Gobierno Almeida

Durante el mandato anterior se planteó una modificación del Plan General de Ordenación Urbana que permitía a Metrovacesa, propietario de la antigua fábrica y los terrenos circundantes, desarrollar edificabilidad terciaria en los suelos del entorno y al Ayuntamiento obtener el edificio para rehabilitarlo, instalar un equipamiento público e incluirlo en el catálogo de elementos protegidos. La idea original era que la fábrica de Clesa se convirtiera en un referente cultural, el Matadero del norte, albergando también espacios públicos para el barrio. La aprobación inicial se produjo en la Junta de Gobierno del 1 de abril de 2019.

La modificación del Plan General se aprueba provisionalmente en el Pleno de julio de 2020 y definitivamente (por la CAM) en diciembre de 2020. El Gobierno de Almeida introdujo ciertos cambios en la propuesta inicial, siendo la más importante la eliminación de la calificación de cultural para la futura fábrica, anticipando ya el cambio de modelo que se ha confirmado en el fallo del concurso.

En diciembre de 2019, el Gobierno municipal incluyó la fábrica Clesa en el concurso internacional Reinventing Cities. Basado en la colaboración público-privada, el objeto último del concurso es buscar un uso concreto que el equipo ganador (formado por técnicos que desarrollen el proyecto, pero también por inversores que garanticen la viabilidad económica de la propuesta) desarrollará y gestionará, ya que el premio es la cesión de dichos espacios en concesión durante 50 años. 

De las tres propuestas, el jurado escogió la que resulta, a todas luces, menos respetuosa con el edificio, cuando su protección y el valor histórico eran fundamentales para seleccionar el proyecto ganador. A día de hoy, el Ayuntamiento no ha conseguido todavía que la fábrica sea de titularidad municipal. /