Más Madrid presenta una iniciativa para garantizar el derecho a dormir bien y tratar la pandemia de insomnio

  • España es, actualmente, el país con mayor consumo de benzodiacepinas por habitante. “Queremos que los madrileños no tengan que elegir entre el insomnio o pastillas para dormir, por eso presentamos esta iniciativa en el Senado y en la Asamblea de Madrid”, ha declarado el diputado y senador de Más Madrid, Pablo Perpinyà.

El diputado y senador de Más Madrid, Pablo Perpinyà, y el diputado Diego Figuera, han presentado una Proposición No de Ley (PNL) en el Senado y en la Asamblea de Madrid para promover horarios saludables y destinar recursos a la prevención y el tratamiento de los trastornos del sueño en todas las edades, pero especialmente en niños y adolescentes. Proponen, además, impulsar acciones para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos en materia de calidad de vivienda, transporte, ambientes educativos y laborales tendientes a mejorar la cantidad y calidad de las horas de sueño y dotar de recursos a la atención primaria y personal sanitario relacionado con los trastornos del sueño

“Vamos a hablar de otra dimensión de la pandemia de la salud mental: los trastornos del sueño. Queremos que los madrileños no tengan que elegir entre el insomnio o pastillas para dormir, por eso presentamos esta iniciativa en el Senado y en la Asamblea de Madrid. Es un problema que afecta en España a aproximadamente al 48% de la población adulta, y el 30% de los ciudadanos están consumiendo algún tipo de hipnótico para conciliar el sueño”, ha declarado el diputado y senador de Más Madrid, Pablo Perpinyà.

Por su parte, el diputado de Más Madrid, Diego Figuera, ha añadido que “Tenemos que mejorar la higiene del sueño. Los españoles y madrileños somos de los que menos dormimos, más tarde nos acostamos y más pronto nos levantamos. Planteamos estudios para mejorar los horarios, la conciliación, poder dormir antes y tener mejor calidad del sueño. Proponemos mejores condiciones de vivienda y de trabajo para estar más descansados, como se ha visto con la ola de calor, donde las viviendas no están acondicionadas y afecta a los ciudadanos”.

Tal como aparece en la PNL, España es desde el 2019 el país con mayor consumo de benzodiacepinas por habitante del mundo. Según una encuesta del Ministerio de Sanidad, el 20% de adolescentes de entre 14 y 18 años han consumido ansiolíticos o hipnóticos en algún momento de su vida, la mitad de ellos sin receta médica. La Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FESMES), estima que entre un 20 y un 48% de la población adulta española sufre dificultad para iniciar o mantener el sueño, siendo el grupo de trastornos más frecuentes en el ser humano de los que al menos un 10% es debido a algún trastorno crónico y grave. Los trastornos del sueño afectan a la calidad de vida y aumentan la probabilidad de la aparición o agravamiento de enfermedades cardiovasculares, dificultades para la concentración y el rendimiento, accidentes o problemas de salud mental. Supone uno de los mayores problemas de salud pública y de impacto económico, afectando a todas las edades, pero especialmente con mayor incidencia en mujeres mayores de 35 años.

Medidas que se proponen:

  • Impulsar estudios y actuaciones transversales para ajustar los horarios habituales de actividades ciudadanas, laborales, comerciales, de ocio, etc., que permitan mejorar la higiene del sueño en todas las edades pero especialmente en niños y adolescentes (colegios, trabajo, conciliación…)
  • Impulsar acciones para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos en materia de calidad de vivienda, transporte, ambientes educativos y laborales tendientes a mejorar la cantidad y calidad de las horas de sueño.
  • Impulsar campañas de información y concienciación en centros educativos, profesionales, espacios públicos o medios de comunicación para fomentar la higiene del sueño y un estilo de vida saludable.
  • Dotar de recursos a la Atención Primaria para que puedan realizar la detección y manejo de los trastornos del sueño en el ámbito de sus competencias, mediante intervenciones no basadas en el abordaje farmacológico como primera opción, favoreciendo las alternativas no farmacológicas, y posibilitando la derivación a los ámbitos especializados en la materia.
  • Incrementar el número de profesionales de especialidades relacionadas con los trastornos del sueño en la Sanidad Pública, enfocando el tratamiento desde un punto de vista multidisciplinar a ser posible con equipos multiprofesionales de áreas como la psiquiatría, la psicología clínica, la neumología, la neurología, neurofisiología, otorrinolaringología o la odontología por citar las más imprescindibles.
  • Implantar unidades del sueño interdisciplinares en los hospitales de la sanidad pública, dotadas de recursos y profesionales formados.
  • Fomentar áreas de capacitación específica (ACE) para formar y acreditar a especialistas en medicina del sueño.
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