La cultura es segura… y necesaria
Jazmín Beirak, diputada de Más Madrid

La cultura ha demostrado ser una de las actividades más seguras para estar en el espacio público. Los espectáculos y establecimientos culturales, desde que han podido abrir sus puertas -con la dificultad añadida, en términos de rentabilidad, que conlleva la reducción de aforos-, han sido ejemplares tomando las medidas necesarias para garantizar la seguridad de público y profesionales. Los festivales de teatro de Mérida y Almagro, el Eufònic de Terres de l’Ebre, el Nits del Fòrum en Barcelona, el Phe Festival en Tenerife, el Arte en la calle de Gijón, el Nocturama en Sevilla, los festivales internacionales de Granada, Santander o la Quincena Musical Donostiarra, y también los cines, los teatros, las salas de conciertos, los museos y los espacios de arte, han llevado a cabo medidas ejemplares de seguridad, mayores aún, si cabe, que en otros ámbitos, debido a la especial vigilancia que se ha tenido con la cultura. Si bien hay muchos ejemplos de actividades culturales que se realizan con completa seguridad, la cultura está funcionando como chivo expiatorio ante la dificultad de gestionar la situación actual generada por la pandemia.