La voz oculta de los sanitarios

Mónica García
Veinticinco años de gobierno del Partido Popular en Madrid nos han dejado unas tupidas redes clientelares que carcomen lo más profundo de una institución que debería basar en la transparencia y en la lex artis médica y política su funcionamiento, porque estamos hablando de la que seguramente sea la mayor empresa de cuidados y protección de la salud. Resulta paradójico que mientras se protege la salud, no solo no se protege a los denunciantes y a los que reivindican la mejora del sistema sino que se les castiga. Una ley del silencio que tenemos interiorizada y que condiciona en demasiadas ocasiones nuestra conducta aún cuando sabemos que nos estamos jugando la práctica de nuestra profesión y la salud de nuestros pacientes.